sábado, 28 de noviembre de 2015

ANTI-SOCIAL



En más de una oportunidad he escuchado decir que las personas que no hablan son “anti sociales”. ¿Es eso cierto? Cada vez que escucho a alguien pronunciar dicha frase, mi cuerpo empieza a sentir una tristeza muy grande por las personas que jamás en su vida tuvieron la oportunidad de hablar. No es que me refiera solo a los mudos, que por cierto deberían sentirse indignados e incluso molestos con quien inventó esta palabra ambigua, sino también por los oprimidos, por quienes expresan sus ideas y emociones sin necesidad de “gastar saliva”.

Un día, mientras buscaba una palabra en el diccionario, sentí la necesidad de matar a la palabra “anti social” para después descuartizarla y, utilizando el cuchillo de la razón, dividirla en anti y en social. Entonces deposité mi confianza en la Real Academia de la Lengua Española y encontré dos significados diferentes:

Social.- Perteneciente o relativo a la sociedad.

Anti.- Opuesto o contrario

¡Interesante! ¿Acaso los niños, los tímidos, los mudos y todos los que no hablan por desconocidas razones no son parte de la sociedad? ¿Qué poder tenemos para soltar tan inapropiada palabra que no tiene ninguna relación con el “no hablar”? Bien, seguro a muchos los asuntos de la lengua no les importa, pero de hoy en adelante, cuando a alguien se le ocurra nombrar “anti social” a alguien que no pronuncia una sola palabra usando su boca, entonces no sentiré tristeza por los oprimidos y los mudos sino por quien la dice.
La ignorancia a veces nos hace sentir importantes.

Continuará…

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