lunes, 2 de febrero de 2015

Una guitarra I



        Lo conocí como por arte de magia, una tarde de agosto, bajo la belleza del cielo en su máxima expresión. Tal vez fue el espíritu de Howgarts (considerando que UWC AC se encuentra en territorio británico) o las casualidades de la vida. No lo sé. Lo cierto es que aquel día me convertí en un agricultor. Sembré, pues, una semilla de amistad, y cada día los rayos del sol y el agua nutrían aquel simiente a través de cada consejo, cada conversación (en inglés y español), cada broma, cada lágrima.

     Algunas personas se preguntarán ¿Cómo es posible que un árabe y un peruano se encuentren en un mismo lugar y que, además, convivan junto a un Canadiense y un Italiano ? Ese encuentro marca, por lo tanto, una de las características de los Colegios del Mundo Unido. El encuentro de culturas, de religiones, de entendimiento a pesar de los distintas maneras de pensar.

    Recordé, entonces, el libro "El Señor Ibrahim y las flores del Corán", donde el término "árabe" no es más que una definición que recoge la vida cotidiana de los árabes en Francia, dejando de lado la verdadera esencia de su cultura. Ese libro me hizo entender que a veces solemos concebir los paradigmas como los embajadores de la realidad, cayendo en un autoengaño. Y en algún momento de la vida, de esos que no planeas ni piensas que llegarían a suceder, conoces lo que podría considerarse como la verdad.

   Sus manos parecen poseer un poder sobrenatural, al crear hermosas melodías a través de las cuerdas de una guitarra, sin necesidad de tener un pentagrama al lado. Aunque sus grandes presentaciones musicales en la escuela parecen reflejar semanas de constante esfuerzo, no es más que una inexplicable improvisación.

 Él es mi gran amigo, mi compañero de escuela y de la vida. És el Tarek, mi "Egyptian buddy"

[continuará...]

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